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La visión contemporánea de los santos se a vuelto frívola e innecesariamente idolatra,
Los ojos de la razón de los feligreses sangran y ciegamente se hincan ante el ejemplo de santidad que no pueden tener en sus vidas. No pueden dar fe de la santidad que no conocen, ninguno quiere sufrir las heridas de la santidad partiendo la piel, entumiendo los nervios, debilitando hasta la moral propia por la devoción al ser iluminado que alimenta sus creencias.
La vida esta plagada de señales sutiles, intermitencias que un ser divino refleja, un santo real viene de orígenes humildes, prueba la crueldad humana en el núcleo familiar, a veces padre es sinónimo de verdugo en sus pequeñas conciencias. Escapan de su entorno buscando algo que no pueden encontrar, su vida es caótica de un lugar a otro, pasando penas que solo el mismo creador puede concebir, por que los santos saben en su interior que la búsqueda del creador es interminable, su alma resguarda la necesidad de encuentro.
Algunos santos huyen a las grandes civilizaciones, ingenuos y faltos de diplomacia continúan su búsqueda, engañados y timados por la gente de “ elite” pronto dan cuenta de que el mundo es indigno de confianza alguna, el no dará piedad ante la mas minima lagrima de hambre, de necesidad, de cariño o de conmoción.
Viven todo el tiempo con bestias y es solo con las menos feroces con las que deciden convivir, tratando de ser generosos aun con la más ingrata de las bestias, endureciendo su carácter al punto de no sonreír ni por reflejo.
Luego, un pequeño fruto de su interior llega a ablandarles la vida de alguna manera, sin embargo muchos de ellos no son dotados de la capacidad mas pedagógica de instrucción, enseñan la vida tal cual como les fue forjada a ellos, no buscan lastimar y sin embargo la necesidad de no ver caer a aquel ser querido les obliga a defenderlo de maneras represivas y dominantes, clavan sus dientes cual obsidianas afiladas a la menor seña de irreverencia, tuercen las leyes establecidas e inventan las propias aun si desafían verdades universales como la gravedad ejerciendo su irrevocable fuerza sobre ellos, crean mas rencores que alegrías a edades tempranas sin saber el impacto colosal de sus acciones
En esencia son titanes indestructibles, carentes de sentimiento, indiferentes a las alegrías o depresiones humanas, pero en el fondo son tan frágiles como la misma naturaleza de las cosas, saben exactamente donde esta dios, lo ven reflejado cada día delante de ellos, no buscan adularle, buscan su servicio, lo ven en una pequeña niña que créese con resentimiento a ellos, lo ven como un niño ingrato déspota y autoritario, lo ven como un hombre semi inconciente que no para de auto intoxicarse sin ver mas allá de su elixir del olvido, como un adolescente que no para de lastimar con su lanza los atormentados nervios de toda una vida, puestos a prueba con las mas exigente pruebas que este mundo puede ofrecer, lo ven como un ser que no reconoce su esfuerzo de mantener la pesada bóveda celeste en sus hombros.
Solo dios sabe cual santos pueden ser, sin enaltecerlos con imágenes ridículas, con velos de ceda, con un miserable destello saliendo de sus cabezas o con la mirada perdida en el horizonte sin ver mas allá de sus narices, el solo los recibirá en su lecho y reconocerá por su labor digna de una eternidad a su lado, en el pleno anonimato de esta humanidad que los seguirá brutalizado indiferentemente.
